Recepción y visita a las instalaciones
Exhibición en el picadero cubierto
Despedida
11.00h
12.00h
13.00h
Abierto todos los sábados
Visita y espectáculo
La antigua dehesa de la Fuente del Suero, acoge la reserva de caballos españoles de estirpe cartujana más importante del mundo. La Yeguada de la Cartuja-Hierro del Bocado está situada en las cercanías de la Cartuja de Jerez de la Frontera, en pleno valle del río Guadalete.
Ya en el siglo XV, el Monasterio de la Cartuja se convirtió en piedra angular de la crianza del caballo jerezano. El objetivo fundamental de esta Yeguada es preservar el caudal genético que atesora esta estirpe y contribuir a la mejora del caballo español de pura raza en general y del caballo cartujano en particular.
Su belleza, su fuerza y su espectacularidad, son las características que han dado prestigio internacional y orgullo nacional a esta Yeguada, propiedad de Expasa Agricultura y Ganadería S.A., Sociedad Estatal perteneciente a la Dirección General del Patrimonio del Estado.
Sus programas de selección, conservación y mejora así como sus proyectos de investigación, se unen con el propósito de criar y seleccionar los ejemplares que serán fieles transmisores de una estirpe caracterizada por su equilibrio de formas, elegancia de sus movimientos, carácter noble y dócil, reacciones justas, resistencia, suavidad y energía.
Esta yeguada concentra el mayor número de caballos cartujanos del mundo, siendo un total de 300 cabezas.


Al llegar al recinto y tras la recepción, comienza la visita a las instalaciones.
La primera parada es el patio de sementales.
Cuando los potros tienen un año se separan por sexo, las potras van a la nave de yeguas con las madres y los potros al patio de sementales.
También se separan los potros por edades entre un año y cuatro, porque cada manada tiene su jefe y si se juntan las edades puede ser peligroso.
En el patio de sementales los caballos están en semi libertad. En verano cuando hace calor están casi todo el día debajo de los cobertizos y salen al campo por la tarde cuando refresca un poco, y en invierno al contrario, están casi todo el día en el campo y por la noche vuelven para cobijarse y protegerse del frío y la humedad.
Cuando los potros tienen unos meses se les corta la crin y se les afeita la cola; a las potras se les deja una escobilla al final de la cola. Cuando crecen los potros se les deja que les crezca, pero a las yeguas se les deja la crin cortada y se les afeita el principio de la cola, por tradición y porque las yeguas están siempre en el campo y es mejor que no tengan crin por si se les engancha a algo y porque como siempre están pariendo es más higiénico también que no tengan el pelo de la cola alrededor del orificio.
Cuando los potros tienen entre tres y cuatro años suben a los boxes para observar a qué disciplina se van a dedicar y empieza su fase de doma.


Desde este punto se observa la Finca Fuente del Suero, que representa unas 200 hectáreas destinadas al caballo. Una parte de cultivos para su alimentación y también una zona de pasto, por un lado para los potros y por otro para las yeguas.
También desde aquí se observa el Monasterio de la Cartuja que se construyó a finales del SXV y es el motivo por el que estos caballos se llaman cartujanos, porque son los monjes los que empezaron a criarlos.
Los siglos XVI, XVII y XVIII fueron muy buenos tanto para el Monasterio que era muy rico como para estos caballos que eran conocidos en todo el mundo.
En el SXIX cambiaron las tornas, con la Guerra de la Independencia los monjes huyeron y abandonaron todos sus bienes y parte de la yeguada. Entonces un señor de Arcos de la Frontera compró sesenta yeguas y algunos sementales para seguir la labor de los monjes. Él fue el que creó el Hierro del Bocado, con el que están marcados todos los caballos. También está el Hierro de la Campana, que pertenecía a los monjes y con el que se marca a los mejores sementales.
Continuamos la visita dirigiéndonos hacia la nave de yeguas, que conforman la mitad de los ejemplares que hay en la Yeguada.
Solo sesenta de estas son consideradas yeguas de vientre, es decir, totalmente destinadas a la reproducción.
Las yeguas se empiezan a cubrir a los cuatro años, tienen un ciclo de veintiún días y un periodo de gestación de once meses, esto quiere decir que más o menos tienen un potro al año, y cuando ya han parido y vuelven a estar en celo, que puede ser a los nueve días siguientes, se les vuelve a cubrir si todo va bien.
Los potros nacen en la nave de yeguas o en el campo porque estos animales son muy tímidos y si se sienten rodeados o no seguros pueden retener el parto y puede ser peligroso para el potro y para ella.



Cuando la yegua ya ha parido, se la lleva junto a su potro a las parideras para observar que todo va bien durante los siguientes días.
Los potritos son solo amamantados hasta los quince días después de su nacimiento, que es cuando se les empieza a dar una alimentación complementaria. Cuando tienen tres o cuatro meses se les separa de la madre dos o tres horas al día y a los seis meses se les desteta totalmente.

El siguiente punto que vamos a explicar es la zona de la clínica y quirófano.
En una antesala se encuentra el potro, que simula a la yegua y es a donde se lleva al semental junto con una yegua en celo o la orina de ésta y se recoge el semen del caballo.
Hasta el año 2005 no estaba autorizada en España la inseminación artificial. Ahora que está autorizada se sigue haciendo también de manera natural pero cada vez más de forma artificial.
A los caballos se les lleva a la clínica para realizarles las curas. También en esta sala se ve si la yegua está en celo, se les hacen las ecografías, etc. Aquí también se hace la inseminación artificial.
Llegados al quirófano vemos que el fondo de éste está acolchado, ya que debido al elevado peso de un caballo (entre 450-500 kilos) éste puede hacerse daño al caer cuando se le anestesia para ser operado. Cuando cae se le transporta a la camilla a través de un sistema hidrónico que la desplaza. Cuando se va a operar a una yegua que tiene un potro se trae también a éste para que ella lo huela y se tranquilice.
Al salir del quirófano se ven las duchas de los caballos donde se les lava antes y después de cada entrenamiento.


La última parte que se muestra en la visita es la cochera, que no es un museo, ya que la mayoría de los coches que hay allí se utilizan cuando hay una feria o un concurso.
El primer carruaje que nos enseñan se llama “La Tartana”. Este no se usa en la actualidad y pertenecía a los monjes hasta que ellos se fueron definitivamente y pasó a ser usado por la Yeguada para ir de compras a la ciudad, entre otras cosas.
Otros de los coches que podemos ver allí son:
El “Grand Break” que se utilizaba sobre todo para ir de caza y tiene una apertura donde se introducían los perros con una rejilla para que estos pudieran respirar.
El “Carro de Doma” que es para la doma al enganche.
El “Coche Araña” que se llama así por su forma y es muy parecido a otro que se utilizaba en el S.XIX en Estados Unidos.
“La Carretera” que es un coche de lujo, muy parecido al que utilizó la Infanta cuando se casó en Sevilla.
“El Lando” que lleva ese nombre por la ciudad de Landau en Alemania. Fue uno de los primeros que se construyó y también es un coche de lujo.
“El Cupé” que son los antiguos taxis del S.XIX.
O la última adquisición de la Yeguada, que es un carruaje de finales del S.XVIII que se utilizaba para el correo postal. Lleva incorporado unas trompetas que se utilizaban para avisar de la llegada de la diligencia. Cuando los trenes tomaron el relevo en este servicio, este coche se empezó a utilizar para ir al campo, de picnic, etc.
Todos estos coches están hechos con madera noble y con piel y se les pone un plato con agua debajo para que siempre haya humedad y no se les seque la madera y la piel en las temporadas de mucho calor.
En la pared de esta habitación están colocados los hierros que se utilizan para marcar a los caballos y de los que hablamos antes.



Al terminar la visita guiada comienza la exhibición en el picadero cubierto. En ella se presentan animales en libertad de diferentes edades, diversos enganches, cobra de yeguas, doma, etc.

El mayor semental de la Yeguada, un caballo español de estirpe cartujana sale a la arena a demostrarnos su fuerza y energía.
Al comienzo de la exhibición nos mostraron diferentes carruajes.

Nos presentan a las hembras de la Yeguada de una forma determinada para ver la homogeneidad de sus características morfológicas. Después nos hacen un pequeño baile.
Un caballo cartujano enzarzado con monturas, al igual que su jinete, y apto para la alta doma, nos enseña la agilidad y elegancia de sus movimientos.



Un coche de competición, llevado por caballos con una excelente actitud para la doma, da dos vueltas al circuito en cuarenta segundos.
Como cierre de la exhibición nos presentan los nacimientos de esta temporada, que a partir de los seis meses de vida se separan definitivamente de la madre y empiezan su vida en libertad en las praderas.





Una vez terminada la exhibición y habiendo realizado ya la visita a las instalaciones, nos despiden obsequiándonos con una copita de vino fino u oloroso, tradicionales de la ciudad de Jerez de la Frontera.
Y así transcurre una mañana de sabado en la Yeguada de la Cartuja.

